Son componentes pasivos que posibilitan la conexión y continuidad de las señales ópticas al realizar el acoplamiento y enfrentamiento entre un par de conectores ópticos con mínimas pérdidas de inserción y de retorno.
Están constituidos por un cuerpo central de material termo-plástico en cuyo interior lleva una pieza guía de centrado de material cerámico y dos tapones de cierre o tapa de protección adecuados y compatibles con cada uno de los extremos de conexión.
Los adaptadores se utilizan ya montados o incluidos como dotación para su colocación en repartidores, distribuidores ópticos y cajas de interconexión.